Caballos Únicos en su genero
Origenes
Sin lugar a dudas, los más remotos ancestros de los actuales ejemplares estarían en aquellos caballos que trajo consigo Cristóbal Colón al Nuevo Mundo desde la Península Ibérica al desembarcar en la isla Guanahaní que actualmente forma parte de las Islas Bahamas.Esas calientes tierras caribeñas fueron un lugar propicio para su desarrollo. Entre los tipos de equinos -que comenzaron a poblar el Continente Americano- se pueden mencionar al Berberisco, el Arabe y el Andaluz. Animales fuertes y arrogantes que sirvieron de transporte al conquistador Francisco Pizarro y a los soldados a su mando en su periplo por el Sur; desconcertando a los nativos por su enorme tamaño, quienes los imaginaban cual centauros en una sola anatomía con el jinete.
Una vez establecidos en el Perú, estos cuadrúpedos fueron sometidos al agreste terreno peruano, contrariamente a como vivían en tierras occidentales. Al principio se les utilizó para transporte, convirtiéndose luego en indispensables piezas de trabajo pesado especialmente para las faenas agrícolas.
El medio ambiente, la variada geografía, la árida y caliente costa, las abundantes y empinadas quebradas y el frío intenso en los Andes, conformaron un caballo distinto, sobrio y frugal; capaz de resistir largas jornadas de viaje. Un paciente trabajo de selección genética durante más de 300 años, resultó finalmente en los hermosos ejemplares que hoy en día mostramos al mundo con singular orgullo.
Muchos, al observar con admiración el trote galante de su paso, lo atribuyen a la complicada topografía y estructura del suelo peruano. Su garbo y finura han inspirado poemas y canciones propias del sentimiento popular de la costa. ¿No será su forma de moverse, el resultado de una autoselección natural u orientada por el hombre peruano de acuerdo a las necesidades de nuestro terreno?
Ya en el siglo XVII, se le menciona en la inmortal obra "El Quijote de la Mancha" del célebre don Miguel de Cervantes Saavedra, en un diálogo entre el ingenioso Hidalgo y su fiel Sancho que dice:
" De allí le ha sacado Malambruno con sus artes y le tiene en su poder y se sirve dél en sus viajes, que los hace por momentos, por diversas partes del mundo, y hoy está aquí y mañana en Francia y otro día en Potosí; y en lo bueno que el tal caballo ni come ni duerme, ni gasta herraduras y lleva un portante por los aires, sin tener alas que el lleva encima puede llevar una taza llena de agua en la mano sin que se le derrame gota, según camina llano y reposado; por lo cual la linda Magalona se holgaba mucho de andar caballera en él.
A esto Sancho dijo: "Para andar reposado y llano, mi rucio, puesto que no anda por los aires; pero por la tierra, yo lo curtiré con cuantos portantes hay en el mundo".
Pero lo cierto es que ese modo peculiar en el andar del caballo peruano de paso se debe a su combinación de sangres, pues ni bien llegado al Perú, el ejemplar español fue expuesto a un proceso de selección, en mezcla de sangres de diferentes tipos de equinos: las jacas (yeguas de pequeña estatura) navarras y castellanas con las de los Berebere y Arabe.
El híbrido resultante conservó de las jacas la elevación de los miembros delanteros; de los Berebere, el modo de andar o ambladura y algunos rasgos exteriores; y, finalmente, del árabe, su delicada belleza.
Pero fue del Berebere, que mantuvo casi intacto la sincronía en su andar, en ese movimiento de patas en forma lateral, mano y pata a la izquierda y mano y pata a la derecha; o en la forma de cruz o diagonal, similar al de un felino, añadiéndose a estas, las otras particularidades propias del caballo de paso peruano.
Aunque si bien es cierto que estos ejemplares nacen con estas características, la constante dedicación y adiestramiento por parte del hombre adecúan, perfeccionan y pulen aquello que emana de su propia génesis.
Es un verdadero deleite para la vista el desfile lleno de gracia portentosa y la monumental figura de belleza de los caballos peruanos de paso. Ese andar con su prestancia arrogante, elegantes movimientos armoniosos y ese sobrador desplazamiento se describen en rimas y ritmos, acentuando aún más su sencillez y simpatía.
El caballo peruano es de contextura liviana, talla media y debe tener plasticidad y dinamismo en sus movimientos para trabajar en un aire propio denominado "paso nacional", para lo cual debe poseer también condiciones físicas especiales y de suavidad bien definidas. Su resistencia corporal y orgánica de paso innato o natural le ayuda a mantenerse firme en su labor diaria, ante cualquier clase de esfuerzo.
Color Alazán
Nuestro caballo peruano de paso es reconocido como "patrimonio nacional y embajador silencioso". Calificado también, gracias a sus cualidades, como el mejor caballo de silla del mundo, porque entre todas las razas caballares es el de andar más suave y con temple firme, necesario para no desamparar al jinete cuando requiere de su determinación y valentía.
No en vano los más finos ejemplares han mostrado sus atributos y orgullosa estirpe por toda América Latina, Estados Unidos, Canadá, y en el Viejo Mundo en países como Italia, Alemania, casi toda Gran Bretaña, en la lejana Australia, y en el país del Sol Naciente, Japón.
Variedad de Colores
Son diversos y llenos de matices los colores que adornan al caballo de paso peruano: simples, como en el alazán de pelajes rubio-rojizos, el negro y el blanco; compuestos, como el bayo de pelaje amarillento, el castaño y el saíno, entre rojizo y negro; compuestos y mezclados, como el tordillo de pelaje cano, el moro de reflejos azulados, el rosillo de pelos blancos y rojizos, el lobo de pelos negros y amarillentos, el roano de pelos blancos, negros y rojizos, el flor de romero cuya mezcla es del tipo tordillo con lobo, y pío u overo de pelaje de cualquier color con manchas.Aunado al espectáculo propio del andar artístico y grácil del caballo peruano de paso, se encuentra el chalán, ese personaje que montado sobre Èl, domina las riendas, dándole aún mayor colorido a las exhibiciones y suscitando gran expectativa en un público ávido de tan magistral desfile.
Su atuendo de jinete es una adaptación del vestuario de las características climáticas de nuestro país, considerando las largas caminatas a través de las distintas regiones del país.
Esta vestimenta consta de sombrero de paja de junco o de toquilla, pañuelo blanco anudado al cuello, poncho fino de lana de alpaca o vicuña, botines de cuero curtido, zapatos altos y espuelas brillantes que le dan singular galardón a su exhibición.
Las competencias entre los ejemplares más finos y elegantes de las caballerizas se iniciaron oficialmente en 1945, con la presencia del Primer Mandatario de la Nación, Manuel Prado Ugarteche. Sin embargo existen datos que nos dan cuenta de anteriores competencias como el Concurso de Reproductores, en 1899, en la Plaza de Acho de Lima -actual Plaza de toros- y la exposición que conmemoró el Centenario de la Independencia del Perú en 1921.
Otro evento que corrobora lo dicho es el Concurso de Caballos de Paso en 1929, que tuvo lugar en la Pampa de Amancaes y cuyo principal auspiciador fue el entonces presidente, Augusto B. Leguía.
En cada evento participan aproximadamente 500 caballos, en 60 categorías y 24 premios especiales. La máxima categoría es la de Campeón de Campeones. Si un caballo consigue el cetro tres veces se convierte en "Laureado", título cumbre que solamente unos cuantos ejemplares han alcanzado, entre los que figuran: Caramelo (1974), Regional (1972), Cascabel (1977), Sol de Paiján (1982) y Predilecto (1987). Entre las yeguas ganadoras tenemos: Gitana ( 1970), Ximena (1976), Regina (1979) y Doña Luisa ( 1991).
Para catalogar a un caballo de paso como modelo ejemplar se tienen en cuenta las siguientes medidas estética: largo del animal, largo de cabeza, largo del cuello, ancho del cuello, ancho del pecho, altura de la cruz, largo de la grupa, perímetro toráxico y esternón del suelo.
A estas características, se añaden la delicadeza y vistosidad del llamado "apero nacional" que utiliza el caballo en su andar. El apero no es más que el conjunto de arreos o avíos que lleva encima el caballo, conformado por los siguientes elementos: el terno de cabeza o jato, la falsa rienda, la montura peruana, los estribos y el pellón.
Así engalanado, el caballo de paso peruano está listo para participar en las distintas competencias que se realizan en Lima (Lurín y Cieneguilla), al norte del Perú en Chiclayo, y al centro, en Huancayo. Estos eventos nacionales convocan a los propietarios y criadores de caballos de las más finas razas equinas, en una comparsa marcial que desata un eufórico y multitudinario aplauso del público espectador.
Les hago entrega de este breve resumen del tema de los caballos de paso, animal peruano muy cotizado en el mundo, espero les haya gustado este breve tema, gracias por visitar este blog
Fuente : www.yachay.com.pe/